

Julietas

Siento por mis venas el frío aliento de la muerte,
pero quizás no sea yo,
porque yo ya no siento.
Ya no te tengo,
ya no me tienes,
y quizás por eso he muerto.
Y tal vez tú mueras.
Mueras de pena junto a mi sepulcro
mientras miras mi foto.
¡Te compadeces de ti
y buscas una nueva Julieta
no muerta!
Pero mueres porque te das cuenta
que esa otra Julieta no te ama!
¡La antigua sí!, ¡ella sí que te amaba!
Y vuelves a su lecho de muerte.
Abres los ojos. Te das cuenta de todo
y… mueres.
En el nicho de tu amor predilecto,
en el lecho de muerte de tu verdadero amor,
tú mueres y ella lo siente.
¡Siente tu muerte!

Envía un comentario