

En el fondo del mar, tus ojos

Descubrí en el fondo del mar tus ojos.
En esa mirada felina
que me acaricia y abraza,
que da calor a mi alma,
encontré el aroma del mar en tu cuerpo.
En esa piel aterciopelada
que me envuelve y arropa,
que despierta mis ganas,
hallé el sabor a sal en tu boca.
En esos labios ardientes
que me besan y me aman,
que sin más me desarman,
descubrí el suave oleaje en tus manos,
¡esas manos expertas
que me recorren y aman!
Descubrí, encontré y hallé
mil tesoros en tu alma,
un corazón latiendo por mí,
unos labios deseando mis labios,
un cuerpo deseando mi cuerpo,
y… ¡mil palabras susurradas!

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