JC - Laura Leal Reca
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SOLEDAD

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Abres los ojos y te encuentras en la misma fría habitación de siempre. Amanece un nuevo día pero presientes que no tiene nada de especial, que será como todos los demás, la rutina diaria.

Aún dormida, caminas hasta el baño para asearte. Y cuando te miras en el espejo, todo está como de costumbre, sigues viendo las mismas imperfecciones que te atormentan.

Ya en la cocina, mientras desayunas, deseas que el tiempo pase cuanto antes. Te diriges hacia el instituto con desgana porque sabes que te encontrarás allí.

Caminarás por los pasillos, sola, pensando y reflexionando el porqué de tu situación. ¡Todo es tan frío, tan monótono…!

Estás rodeada de gente, pero, aún así, te sientes sola, perdida entre la multitud.

-¿Será culpa mía?- Te preguntas.

-Quién sabe, quizá si o tal vez no. Aunque eso no importa porque la razón no cambia la situación.

Pero no te sientas mal. En ocasiones, estar sola no es tan malo. Es mejor que acabar rodeada de falsas amistades que no merecen ser llamados amigos.

Y cuando todo va mal, sólo queda esperar a que vengan tiempos mejores, que los habrá. Y entonces será el momento de ser feliz.

¡Tu momento!


FALSO AMOR


¿Cómo darse cuenta de quién te quiere y quién no?

Es difícil, y solo lo percibes cuando te decepcionan o cuando te demuestran amor de verdad.

No entiendo a las personas que cambian su forma de ser por amor. Tampoco a aquellas que están ciegas a la verdad, que no quieren ver la realidad, por miedo a que su sueño se rompa en mil pedazos y queden en el olvido, como un recuerdo del pasado.

Abre los ojos, obvia los cantos de sirena que te cautivan y te llevan a la ignorancia. Mira a tu alrededor.

Estás solo. Únicamente te acompaña la soledad con aspecto de diosa griega que te engaña y te invita a seguirla hasta los confines de la tierra. Y te ves rodeado de falsos amigos, un falso amor y pocos sueños vividos.

¿Qué me ha pasado? Te preguntarás, y la respuesta solo la hallarás mirando atrás.

Lo haces, te das cuenta de todo y una nueva pregunta ronda tu mente:

¿Qué ha pasado con aquella amiga que tanto me apoyaba y en la que siempre confié?

Ella te quería, se preocupaba por ti, nunca te habría dejado…

Pero tú lo rompiste todo. Tú y solo tú destruiste el amor que ella sentía y la alejaste de ti, aunque siempre estuvo ahí. Nunca se quiso ir, pero tú cambiaste tu forma de ser y ahora estás solo, junto a sirenas falsas y falsas verdades…

Y todo por esa chica, ¿sabes…?.

Ella no te quería, yo sí.


LA PAZ


En este papel, y con resumidas palabras, he de convencer a todos ustedes de qué es la paz y porque es tan necesaria.

La verdad es que estoy aterrada porque no sé si encontraré las palabras adecuadas, ni siquiera sé si la idea que tengo de la paz es la correcta. Pero os contaré lo que pienso.

La paz es un equilibrio, un bienestar para nosotros mismos.

Es necesario ese equilibrio porque sin él estamos perdidos, luchando entre nosotros por motivos absurdos. Incluso, a veces, se desconocen las causas de esa guerra que nosotros provocamos o que nos obligan a crear.

Muchos pueblos, muchos países, están en guerra unos con otro por tener ideales distintos. Mientras los políticos, esos que han inculcado a su gente esas atroces ideas, se dan la mano ante la prensa fingiendo que no pasa nada. Sin embargo, su pueblo muere por defender en lo que creen, en lo que los políticos les han hecho creer.

Yo, personalmente, necesito la paz, necesito ese equilibrio.

Y, ¿Ustedes?

No se si habré logrado convencerles.

No respondan, actúen.


ENEMISTAD


He pensado muchas cosas, pero la que más me reconfortó fue imaginar que había encontrado la felicidad. Ahora, decepcionada, descubro que no es así.

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Esta vida no es más que un juego en el que cada cual mira por sus intereses, no hay felicidad o al menos hay alguien que se empeña en mantenerla muy lejos de mí. No puedes confiar en nadie, debes medir tus palabras, porque, cuando menos te lo esperes y la persona menos pensada, te traicionará sin importarle lo que sientas. A veces, incluso no les importa que sufras….

En mi interior nadie sabe lo que hay, pero en mi exterior me limito a sonreír para que no se sepa que sufro, que no estoy bien… Y lo que más me pregunto es… ¿por qué? Pero nunca encuentro la respuesta.

¡Me siento tan ingenua por pensar que las personas pueden cambiar! Eso es algo imposible, aunque pongas todo tu empeño en ello, es inútil. Agotas tus fuerzas, ya no quieres seguir, no quieres seguir sufriendo. Pero de cierto modo jamás te rindes, pero estás cansada, desfalleces… Sabes que la amistad es un don que casi nadie posee. Es un sobrenombre que todos se adjudica y que nadie merece.

Resulta irónico que pienses que no te pasa, cierras los ojos para pensar que es un sueño del que quieres despertar….Crees que lo has hecho, que has despertado y que ya no sufres. Pero no es así, abres los ojos y sigues en la fría y oscura realidad. No quieres creerlo, te quedas parada mientras las lágrimas resbalan por tus mejillas. No te molestas en frenarlas, no puedes, ni quieres. Deseas desahogarte y así es la única manera. Podrías pensar en otras cosas, distraerte. Pero acabarías igual…, llorando tu desgracia. Piensas…, ¿para qué?, ¿para qué seguir? Pero nunca te rindas, no, no dejes que te hundan. Porque tú vales, solo has de descubrir cuanto. Cuando ya lo sepas, entonces continuarás luchando por ti…

¿Por qué escribo esto? Para que mis pensamientos, esos que tanto me hacen sufrir y por los que soy especial, no acaben en el olvido… También escribo para olvidarme de algo inolvidable…Por mucho que me empeñe, no vale la pena. Incluso sigues al lado de las personas a las que no les importas. Aún así, tú sigues ahí para todo, para lo bueno y para lo malo.

Quizás por miedo a volver a quedarte sola… Eso es algo que no le deseo a nadie.

Las personas sufren pero no parece importarles, es más, siguen junto a esa persona que tanto daño les causa. Critican a los demás cuando están enfadadas porque las han dejado tiradas. Pero cuando la causante de su dolor les pide perdón ellas no se lo piensan las perdonan , aunque saben que se lo volverá a hacer…

Y eso es lo que no comprendo, yo sufro pero no perdono a esa persona… porque sé que lo volverá a hacer, que me hará daño. Pero es cierto que las mentes humanas son muy complejas. Intento comprenderlas pero la solución se aleja de mí…

Y lo que también me pregunto es…, ¿por qué ellos? ¿Por qué? Porque son solo unos los que no sufren. Son ellos los que hacen sufrir porque son tan crueles que ni siquiera sienten compasión. Y, sin embargo, son el modelo de personas a las que adulamos…

No sé por qué hay gente que disfruta sintiéndose superior a los demás, haciendo que estos lo pasen mal, muy mal.

Actualmente no conozco a los verdaderos amigos de los que tanto se habla, para mí, no existen. Todos los que creen ser felices siendo crueles, haciendo daño…, solamente lo hacen porque se sienten vacíos, aburridos, y acaban pensando que todos son rivales y deben pelear por su territorio. Como animales…




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