OPINIÓN
La vivencia de un maestro. Antonio García Megía
Cuando en B.O.E. se hace pública la resolución del concurso nacional de méritos que relaciona los nombres de los profesores seleccionados para desempeñar labor docente, por seis años improrrogables y en condición de comisión de servicios, en el Colegio “Europa”, Piloto de E.G.B., y aparece mi nombre citado como responsable del Área de Ciencias Sociales, no imaginaba hasta qué punto esa decisión del organismo competente iba a marcar el futuro profesional de este, por entonces, Maestro Nacional con destino en “Los Llanos de la Cañada de San Urbano”, de Almería.
Docencia e investigación. Investigación y Docencia en equipo. Aún con la misma dotación y medios que cualquier otro Centro Público, premisa esencial en el desafío, ¡un sueño!
La idea del Dossier de Ciencias Sociales, gestada en Los Llanos de la Cañada, como instrumento base para el trabajo en esa área de conocimiento, toma forma definitiva. Es preciso sistematizar unidad por unidad, objetivos, conductas, contenidos, planes de trabajo, tiempos, métodos, textos, guías de autoevaluación… Significa horas y horas de búsqueda documental, de mecanografía sobre frágiles clichés de parafina y de reproducción en la multicopista para José, sin cuya colaboración todo habría sido más complicado. La intención es propiciar una formación más personal e individualizada, motivadora y responsable, con base en un sistema poco directivo con ausencia casi total de la lección magistral y centrada en el desarrollo de capacidades y técnicas de investigación, trabajo y pensamiento crítico, ejercidas en un entorno de diálogo y libertad responsable y solidaria.
Los alumnos carecen de libro de texto, pero cuentan en cada unidad de programación, con un cuadernillo impreso que especifica y concreta los objetivos a alcanzar (hoy se denominarían competencias), los criterios de evaluación que les serán aplicados y las herramientas necesarias: un catálogo de textos históricos, documentos gráficos y estadísticas, una guía de actividades sugeridas…, junto a un plan de trabajo detallado que establece la fecha límite para la puesta en común, debate y entrega de las actividades y de la sesión de toma de conciencia y autoevaluación, cuando el conjunto de la clase habrá de consensuar el grado de dificultad encontrado para desarrollar la planificación prevista y, de acuerdo a ello, ponderar la valoración a otorgar a todas y cada una de las realizaciones. De acuerdo a ese baremo, cada alumno, comunica al profesor la puntuación, sobre diez, que debe ser considerada.
La metodología del Dossier mereció su inclusión dentro del Programa de Desarrollo de la Investigación e Innovación Educativa (EDINTE – Programa para el Ensayo y Difusión de Nuevas Técnicas Educativas) de la Subsecretaría de Ordenación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencia bajo el título Una nueva didáctica para las Ciencias Sociales, siendo seguido, evaluado y publicado por el propio Ministerio en su revista de difusión nacional Vida Escolar (una unidad didáctica) y en un número especial de su serie Monografías (proyecto, programación y justificación completos).
La experiencia dejó anécdotas inolvidables. Se plantea en una clase de octavo un debate sobre la salida de Alfonso XIII de España en el inicio de nuestra guerra civil. Diferentes fuentes la justifican de forma diversa (“fue un acto cobarde”, “desea evitar un derramamiento de sangre”, “le expulsó el pueblo”…), Josefina zanja la cuestión con un argumento irrefutable: “Yo llevo la razón. El libro donde lo he leído es más gordo que el de todos vosotros”. En otra ocasión Rosa, trece años e hija del barrio, tal vez la mejor alumna de todo mi recorrido profesional, se encara con un conocido catedrático de universidad especializado en Filosofía de la Historia que critica nuestra metodología por no encontrarla, en su opinión, cercana al pensamiento del Profesor Aranguren (entrar en el programa EDINTE supone la invitación a actos y congresos de instituciones relacionadas con la docencia que desean conocer los pormenores de la experiencia y a los que siempre acudimos acompañados por un grupo alumnos en calidad de principales responsables y artífices): “Mire, yo no conozco a ese señor Aranguren, pero sé que me lo paso muy bien estudiando, que estoy aprendiendo a hacer esquemas y que estoy perdiendo la vergüenza a decir lo que opino y pienso de las cosas delante de los demás. Si al señor Aranguren no le gusta eso, nosotros no tenemos la culpa” (la carcajada fue general y estruendosa).
Las bases del modelo didáctico de las Ciencias Sociales del Colegio Europa tuvieron continuidad en otros proyectos posteriores, más generalistas, gracias al apoyo, colaboración e intervención directa de otros profesores del Centro, caso de doña Laura Carbonell o don Francisco Blanes. Surgen así la “Nueva Didáctica Globalizada para Ciclo Medio de E.G.B.” y la “Nueva Didáctica Globalizada para Ciclo Inicial de E.G.B.” incluidos durante cinco años en los programas de Innovación Educativa de La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada y puestos en aula por sesenta y dos profesores de la provincia. En el recuerdo, fruto de aquel esfuerzo, la musicalización de varios poemas infantiles de Celia Viñas, obra de José Antonio Moreno (padre de Laura y esposo de Dª Laura), y de D. Francisco Blanes, que, interpretados por un coro alumnas del Colegio dirigido por ellos, se grabó en soporte de cinta magnética y distribuyó entre los centros educativos y de profesores de Andalucía. El conjunto de los materiales elaborados en este tiempo fue publicado por el Colectivo Didáctico Almería y los originales depositados en el C.E.P. de Almería.
Pero las Ciencias Sociales en el Colegio Europa exceden los límites del dossier. Hay otros modos de incidir sobre contenidos e intereses menos curriculares, pero más cercanos y personales. La participación del alumnado en la preparación de material específico para trabajar la Educación para la Convivencia y la Formación Afectivo-Sexual, creó un importante banco de transparencias, diapositivas e indescriptibles montajes sonoros de canciones de la época cuyas letras centraban el trabajo de la clase. Gracias a ellos nos preguntamos por qué decía Julio Iglesias “no me vuelvo a enamorar, me da miedo la tristeza”, María Jiménez “llora la niña que se prostituyó, le duele el hambre más que la humillación” o Mocedades “¡Ay!, amor de hombre, que estás haciéndome llorar una vez más…”. También hay que recordar y agradecer a D. Pedro Rivas sus desvelos por mantener operativo el viejísimo proyector de cine de 16 mm de la Sala de Medios Audiovisuales y proporcionarnos las películas que ilustraron situaciones, y nos posicionaron, ante problemas como la droga, la actitud juvenil frente al futuro, la desigualdad o la política, ya que vivimos el estreno de la democracia en España. Incluso tuvimos un papel destacado en la organización, desarrollo y participación de los actos del Año Internacional de los Derechos del Niño en Almería proclamado por la ONU.
Se completan los temarios y todavía queda tiempo para hablar de nuestros problemas personales o imaginar y ensayar números, ¿artísticos?, para las fiestas de Navidad o Fin de Curso, articulados, la mayor parte de la veces, sobre temas musicales ya carrozones en aquellos tiempos (Incendio en Río, Cantando bajo la lluvia, Viaje con nosotros, Carros de fuego…), aunque nunca tan vintage como los Angelitos Negros del coro dirigido por D. Miguel Moreno que solía poner punto final a esos eventos.
Seis inolvidables años que me hicieron crecer personal y profesionalmente gracias a un entorno enriquecedor de magníficos compañeros, padres implicados y, sobre todo, alumnos generosos que aceptaron y apoyaron las ocurrencias del profesor que siempre se sintió tratado como un amigo. No puedo saber cuánto significó el colegio para ellos, sí puedo dar fe de lo que a mí me enseñaron y aportaron. Gracias Rosa, Marta, Guillermo, Eva, María del Mar, María Luisa, Mª Carmen, Rafa, Nino, Jorge, Josefina, Lucas, Rosa María, Inés, José Luis, Carlos, Miguel Ángel, Aida, Isabel, Francisco, Irene, Mercedes, Manolo, Silvia, Alfredo, Arancha, Pablo… por enseñarme a ser mejor profesor, mejor padre y mejor persona.
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